Las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera y, sin embargo, sucedieron así.
Seguro que todos hemos leído alguna vez algún libro en el que no ocurría nada interesante en las primeras cien páginas. Sin embargo ayer, reflexionando sobre esto en la disertación de un amigo, me di cuenta de lo importante que es captar la atención a la primera en una conferencia, una negociación o cualquier tipo de reunión. Volviendo al ejemplo de la novela te puedo poner algunos ejemplos legendarios….De mi querido García Márquez en Crónica de una muerte anunciada…..El día que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. De Ken Follet, en Los Pilares de la Tierra…Los chiquillos llegaron temprano al ahorcamiento…. De Kafka en la Metamorfosis escrito hace más de cien años…Cuando Gregorio Samsa se levantó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto. Podría seguir así con muchas de mis novelas favoritas, por cierto el titulo de este Post es la primera frase de Delibes en el camino, su desgarradora novela de la postguerra.
Empezar con buen pie, como decimos tradicionalmente y yendo al grano, si además lo haces de una forma sugerente, es garantía de éxito cualquier situación. Es indiferente si estás vendiendo, negociando, explicando cualquier tema o escribiéndolo.
Probablemente si estudiáramos las biografías de muchos personajes ilustres, actuarían bajo esta premisa en su quehacer diario desde su infancia. No tengo claro que sea una competencia adquirida, pero estoy convencido que se puede trabajar. Últimamente he estado fijándome en muchos de estos detalles, y siempre me generan interés y curiosidad el inicio y cuidado con que algunos plantean ciertas cuestiones.
Ayer recibía este mensaje por esta red “Dentro de la ciudad de LinkedIn creo que tú y yo tenemos los negocios en la misma calle. Así que, como buena vecina, me acerco a saludarte y a decirte que aquí estoy, dos persianas más para allá”…